Llegado este momento del año, hacemos balance de todo lo ocurrido en el recién terminado 2019.

Cuando acaba un año, miramos atrás, lo malo se nos queda grabado, recordamos todo lo importante que hemos vivido, todas las celebraciones y grandes momentos compartidos con la gente que nos quiere, y también esos momentos de soledad, que todos tenemos, en los que hemos estado mal, hemos pasado un mal rato o una mala racha.
Es hora de aprender de todo ello, absolutamente todo lo que nos pasa es por algo, bien porque teníamos que pasar por esa situación, o bien porque necesitábamos aprender algo. En el momento en el que lo estás viviendo no lo ves, te centras en ese problema o en ese hecho que te ha causado mal, pensando que jamás vas a salir; pero se sale, todo pasa, y con ello aprendemos grandes lecciones que jamás olvidaremos. Es con eso con lo que tenemos que quedarnos. Al fin y al cabo son lecciones que nos da la vida.

Este momento de cambio de año es cuando nos proponemos un montón de objetivos para cumplir en el nuevo año, empezamos a ver listas interminables de propósitos por todos sitios: queremos hacer más deporte, adelgazar, aprender un idioma,… pero, ¿por qué no nos planteamos objetivos más realistas?, o ¿por qué no nos planteamos simplemente vivir más el momento?, centrarnos en vivir cada segundo a tope, como si fuera la primera y la última vez que hicieras o vivieras algo.
Podemos proponernos ser felices con lo que nos hace felices a cada uno de nosotros, ya sea estar con la familia, ver nuevamente esa serie que tanto te gusta, retomar ese hobby que has ido dejando por falta de tiempo…, piensa en ti, y en lo que te hace feliz, eres tú quien realmente importa.

De hecho, me gustaría compartir con vosotros mi lista con los buenos propósitos de cara al nuevo año:
– no buscar excusas; aunque soy una persona muy constante, hay ciertos momentos de esas excusas que quiero eliminar.
– salir de mi zona de confort; en todos los aspectos de mi vida.
– apreciar más lo que tengo; ya sea material como intangible.
– enfrentar mis miedos; esos que todos tenemos y que tratamos de evitar o esconder.
– ser más productivo; muy relacionado con el primer punto, ya que también suelo distraerme más de lo que debiera.

Si cambiamos de tema y nos trasladamos a uno más superficial, como es la moda y la belleza, que al fin y al cabo es lo que ocupa mi sección, este nuevo año quiero traeros las tendencias que vendrán, algunas entrevistas a tiendas locales como he hecho en este último año, y que sé que os han gustado; en resumen, quiero teneros al tanto de todo lo relativo a mi “mundo blogger”.

Desde estas líneas aprovecho y os deseo a todos los lectores de Orizonte, un feliz comienzo de año, que seáis muy felices en este 2020, y que lo afrontemos con las pilas cargadas porque… ¡comenzamos!.

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