La nostalgia en el mundo de los videojuegos está de moda. Vende, y mucho. La separación generacional entre los nuevos adeptos y los que empezaron jugando al Tetris en la Game Boy clásica gris y a Súper Mario en la NES es cada vez es más grande y los gustos cambian. Pero los originarios se mantienen latentes en el interior y nos trasladan a nuestra infancia si tocas en el punto correcto.
“El pixel art era el único diseño gráfico existente”
Toda esta moda empezó hace alrededor de unos 5 años. Niños que en su momento jugaban a recreativas con unos gráficos muy modestos ahora son adultos de unos 30 años. Muchos de ellos han estudiado diseño de videojuegos y una pequeña parte sigue fiel a aquellos finales de los 80 y principio de los 90 donde el “pixel art” era el único diseño gráfico existente y el 3D estaba aún a años de llegar.
se ha volcado en esta industria hasta desarrollar más de 45 juegos desde 2001. Famoso por “Meat Boy”, un juego de plataformas con una dificultad que roza lo imposible. Sus últimos títulos de la saga “The Binding of Isaac” le han consagrado como uno de los mejores autores de videojuegos. El caso de Eric Barone es de admirar. Stardew Valley es su única creación, pero toda ella está a cargo de una misma persona. Le llevó 4 años de desarrollo. Código, música, arte… absolutamente todo lo que ves (y no ves) en el juego lo ha hecho íntegramente él. Jornadas de 10 horas y un detalle por el pixel art lo han consagrado como uno de los desarrolladores del momento.
Pero esta nostalgia no es solo gráficos antiguos que nos trasladan por un momento a cuando éramos pequeños. Quién no recuerda la NES, la Súper Nintendo o los Tamagotchi. Pues estos 3 tiene su protagonismo actualmente porque vuelven con toda su experiencia de antaño.
Fue el noviembre pasado cuando Nintendo sacó su NES mini a la venta, una consola en miniatura que cabía en la palma de una mano pero con todo detalle de la original y adaptada a los nuevos televisores con los 30 juegos más exitosos de la original. Su éxito fue tan rotundo que conseguir una era tarea imposible. Había reservas de meses y la especulación hizo que su precio llegase a subir en más de un 400%.
Para la Súper Nintendo, supieron anticiparse a la demanda y tras un mes en el mercado aún se encuentra con bastante facilidad. El catálogo es más reducido, 21 títulos, pero eso sí, incluye uno que no llegó a salir a la venta, Star Fox 2. Además, incluye 2 mandos para jugar en cooperativo con un amigo, accesorio que su hermana mayor solo incluía una unidad y la posibilidad de comprar la segunda por separado.
Por último, el huevo-mascota de Bandai que revolucionó los 90 también vuelve en una versión actualizada pero manteniendo todo su exterior idéntico. Pantalla a blanco y negro, tres botones para interactuar con él, cadena metálica de bolas… Toda una reedición tal como la recordábamos. Solo falta saber si estos lanzamientos entrarán a formar parte de las nuevas generaciones o solo se quedará en aquellos niños grandes que quieren rememorar su infancia.