En cuanto llegué a Bratislava pensé que era una ciudad sencilla no solo por su conjunto arquitectónico, que a las afueras y cercano al aeropuerto es bastante convencional y lo pude corroborar cuando me monté en el autobús que me acercaría al centro.

Pero fue llegar a la ciudad y mi visión de ella cambió radicalmente. Vi una mezcla de la Europa del oeste y la soviética que me enganchó desde el principio, aunque para hacer honor a la verdad los edificios no estaban todo lo cuidados que deberían.

Esto solo ocurría fuera de la conocida como Ciudad Vieja porque allí, centro turístico y monumental de la ciudad, los edificios, las estatuas y el entorno paisajístico brillaban en todo su esplendor.

Una de las cosas que más me llamó la atención nada más llegar a Bratislava fue la conocida como UFO Tower, una torre de más de 100 metros de altura desde la que puedes ver, no solo la capital de Eslovaquia, sino todos los alrededores.

Por supuesto quise subirme ahí y las vistas no defraudaron. A pesar del precio, alrededor de 7 euros, tienes una visión del conjunto histórico y la parte moderna de la ciudad que nadie debería perderse.

Otro de los puntos más llamativos de la ciudad eslovaca es la cantidad de estatuas, que totalmente descontextualizadas te encuentras por la calle. Sin lugar a dudas para mí la más llamativa es ‘Cumil’, un trabajador que sale literalmente de una alcantarilla.

Para aquel que piense que Bratislava no esta hecha para cualquier bolsillo, le digo que está totalmente equivocado. En la plaza Hviezdoslav, una de las más míticas y turística, puedes comer por 5,50 euros sin ningún tipo de problema.

En cuanto al ocio nocturno, si te manejas bien con el inglés podrás pasar un buen rato. En muchos bares hay conciertos de música de todo tipo y la cerveza a un precio bastante razonable.

Lo más llamativo de la noche son los bares en los que entras y ahí un tipo de ambiente, pero si vas al fondo y cruzas un pasillo o bajas unas escaleras podrás encontrar otro tipo de música y gente distinta dándote la opción que más te guste.

Quizás lo peor fue el tema del horario. Los españoles estamos acostumbrados a comer, cenar o salir normalmente tarde y en Bratislava si pretender comer a partir de las 22 horas lo puedes llegar a tener complicado.

En definitiva, si lo que se quiere es un destino turístico bueno, bonito y barato Bratislava es tu ciudad pero tienes que ser consciente de que es una ciudad pequeña, un poco más de 400.000 habitantes, por lo que en pocos días se puede visitar casi en su totalidad.

Esto es bueno ya que si tu estancia es superior a dos días puedes visitar ciudades como Praga, Viena, o Budapest que están muy cerca y pueden completar tu viaje. Como he dicho anteriormente Bratislava es la unión entre la Europa del Este y del Oeste.

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