José Ramón Julio Márquez Martínez
Nicaragua y Mujer del mar
La primera canción que escuché de Ramoncín fue Hormigón, mujeres y alcohol, más conocida como Litros de alcohol debido a lo famoso que se hizo su estribillo. No recuerdo muy bien en que año, pero sería a finales de los ochenta, la canción es del 81 y forma parte de Arañando la ciudad, disco que, según Loquillo en el documental Una vida en el filo marca una etapa de madurez del artista y se convierte en él”.
No soy el más fiel seguidor de Ramoncín, pero sí que es cierto que algunas de sus canciones me llevan acompañando mucho tiempo, y es, precisamente a través de dos de ellas, seguramente no las más conocidas, a las que quiero dar protagonismo en este artículo, para así reflejar un poco más, no de Ramoncín, sino de José Ramón Julio Márquez Martínez, aunque sean el mismo.
En la década de los 80, en Nicaragua, tras la revolución sandinista (1979), se pone fin a la dictadura de la familia Somoza sustituyéndola por un gobierno progresista y de izquierda que soluciona problemas relativos a la educación, reparto de la tierra y sanidad. Parejo a esto surgen los contras, grupos insurgentes terroristas financiados por USA para intentar acabar con este nuevo gobierno.
Es en 1984 cuando Ramoncín publica Ramoncinco, lp donde está incluida una canción que cuenta con la colaboración de Manolo Tena y lleva el nombre de Nicaragua, el país al que he hecho referencia anteriormente. En una entrevista de por aquel entonces, manifestó: “me preocupaba lo que pasa en el mundo, ahí está mi canción Nicaragua”. Hoy casi 40 años después, quisiera preguntarte sobre la composición de aquella canción, cómo surge, curiosidades…
“La canción de Nicaragua la escribí antes de ir a Nicaragua. Había leído cosas, había visto una entrevista a Julio Cortázar , me había impresionado mucho lo que contaba a propósito de cuando llegaba la guardia a los pueblos, cogían a la gente y las tiraban desde los helicópteros en mitad de la plaza del pueblo, me pareció tremendo, así que escribí esa canción. Con Manolo Tena hicimos la mitad de la música. Tenía muy claro lo que quería escribir así que no me fue muy complicado hacerla… El problema es ver la Nicaragua de ahora, aquel fue un tiempo importantísimo, fue una gran revolución realmente increíble. Una revolución distinta, muy peculiar, pero el tiempo ha sido demoledor. A mí me condecoraron con el botón de sandino allí. Fui allí, la canté delante de
1 Tras el triunfo de la revolución sandinista, Cortázar viajó numerosas veces a Nicaragua y conoció de cerca el proceso y la realidad nicaragüense y latinoamericana. Sus viajes a Nicaragua le enseñaron otra cosa: ante las desigualdades y los abusos evidentes del norte al sur, comprendió que su respuesta no podía ser la indiferencia y que debía de tomar partido.
Nicaragua tan violentamente dulce, (que no es exactamente el artículo al que hace referencia Ramón) es un ensayo que reúne el conjunto de los textos escritos por Cortázar durante su aproximación comprometida con Nicaragua. La primera de ellas se describe en Apocalipsis de solentiname, recreación de su visita clandestina a la comunidad de Ernesto Cardenal en 1976, cuando la lucha del FSLN era una aparente utopía. Fuente: (Agencia Literaria Carmen Balcells)
60000 personas en el estadio Rigoberto López Pérez, fue muy emocionante, mientras la cantaba la gente gritaba: ¡No pasaran!, ¡no pasaran! Me hice amigo de gente como Omar Cabezas, que era el viceprimer ministro del interior. Conocí a Tomás Borge, que era como el Cid Campeador y luego resultó ser… bueno, no fue lo que parecía que era y… a día de hoy me da mucha vergüenza, mucha tristeza lo que está pasando en Nicaragua, un país con una riqueza en la tierra, una riqueza natural impresionante y es uno de los más pobres del mundo. Y ahí está el tipo ese con su mujer, convirtiendo aquello en una autocracia, una especie de dictadura y al partido sandinista en un soporte de esa dictadura. Decepcionado sería la palabra. Todo aquello ahora no sirvió de nada. Es lamentable y me produce nauseas ver a ese “dictadorcuelo” con su mujer utilizando el partido sandinista de soporte de fuerza para mantener esa autocracia, yo creo que ya casi dictadura. Una pena.”
Otra gran canción, bajo mi criterio, es Mujer de mar, un tema publicado en 1988 dentro del álbum Fe ciega. Una canción dedicada a Barcelona y en la que se refleja, entre otros, su admiración por Serrat. Una canción triste, melancólica y desapercibida, tanto que yo la escucho por primera vez en los años 2000. Mujer de mar es una canción que yo equiparo a Como un susurro, de ahí que no entienda su poca repercusión. La pregunta es la misma que antes, ¿por qué surge? que puedes contar sobre su composición, curiosidades…
“En Fe ciega hubo muchas canciones, el single fue Ayúdame (no soy un héroe), está Déjame y una serie de canciones que fueron muy potentes, Mujer de mar es una canción muy larga, una canción difícil de poner en la radio, una canción extraordinaria y yo quería rendir mi homenaje a Catalunya en general, pero a Barcelona en particular y a la gente que he conocido ahí, que conozco, que son mis amigos y una ciudad que la siento tan mía como Madrid y en la que me siento igual de cómodo que en Madrid, y sí, quería mencionar a Serrat porque fue alguien que me importó mucho durante mucho tiempo y eso es Mujer de mar.”
Y hasta aquí mi pequeño homenaje a estas dos grandes canciones que espero que os haya gustado. La idea del artículo no era contar la biografía de Ramoncín, pues es mucho lo que hay escrito sobre él y además ahora está disponible en Amazon Prime el documental mencionado antes, Una vida en el filo, el cual recomiendo. Decir que ha sido una gozada que haya respondido a estas dos preguntas tan concretas y desde aquí mi agradecimiento. Me queda añadir que pronto tendremos nuevo disco suyo o lp (no sé cómo se dice ahora cuando un cantante saca nuevas canciones), así que estos términos empleo, lo que pasa que poco más puedo contar sobre esto, pues todavía está en proyecto. Así que hasta entonces seguiremos disfrutando de sus canciones, seguiremos disfrutando de Nicaragua o Mujer de mar.
Un saludo desde Sin horizonte, y nos vamos, porque tenemos una cita.