Se podría decir que la frase conlleva el hecho de que es una forma por la que me rijo, pero en éste caso no es así.
Es una analogía que hago cuando, valga la redundancia, hago las cosas en mi vida. Hago las cosas imagino que como todos, a veces porque nos sale del corazón, otras por interés, otras esperando algo a cambio. Pues bien, la mayoría de las veces, en mi caso y para los que me conocéis, las hago tal y como las siento, aunque últimamente utilizo una regla (imaginaria) por la cual veo los valores reales de las personas a las que les ofreces algo. Ésta regla me ayuda a tomar decisiones posteriores y saber si merece la pena volver a dar.
Desde hace algún tiempo, mi tesoro más preciado es mi tiempo, por eso, mí regla, me ayuda a decidir con quien gastarlo, a quién regalarselo y quien se lo merece.
Tu ya sabes que contigo eso será siempre que pueda.