La Ruta, Cómo mandarlo todo a la mierda o Sobreviviendo a los 30´s son algunas de las series en las que hemos tenido la oportunidad de ver a Héctor Juezas, además de en la película Como estrellas fugaces y en la obra de teatro Zero responsables, pero no solo va a ser de sus interpretaciones en la gran o pequeña pantalla de lo que hable hoy con él, sino que, a través de sus pasiones, quiero dar a conocer a la persona que se encuentra detrás del actor.
Hola, Héctor, me gustaría saber cuáles son tus 4 grandes pasiones, pero ya sabes que no puedes incluir el cine, (interpretación) pues doy por hecho que, siendo actor, estaría entre ellas. Así que vamos ya con el hit parade. ¿Cuál de todas tus pasiones ocuparía la cuarta posición?:
Mis amigos y amigas, no soy nadie sin ellos. Conservo muchos grupos diferentes: amigos de la infancia, del trabajo, gente de otras ciudades, de otros países. Siempre estoy quedando con alguien en mi día a día, me hace mucha ilusión cuando alguien me dice de ir a tomar un café y hablar.
¿Cuál sería la tercera?
La gastronomía, tengo el hándicap de ser vegetariano. Pero me gusta probar bares y restaurantes. Ya que la profesión de actor no es estable, he trabajado mucho como camarero en lugares diferentes. Puede que por eso me guste descubrir sitios nuevos, porque sé muy bien cómo funciona el mundo gastronómico.
¿Y la segunda?
La música en directo, Si hay algo que esta vida me ha negado ha sido el don de la música y eso que mi tío es músico profesional. Aunque intentó enseñarme de niño nunca pude retener nada del lenguaje musical.
No obstante, me encantan los conciertos en directo, suelo ir a conciertos de bandas españolas, también voy siempre que puedo a la ópera. Tengo muchos amigos y amigas músicos y me fascina ese mundo, cuando les oigo tocar en directo o improvisar alguna pieza considero que es algo mágico. Siento mucha admiración por ellos. ¡Y me encanta cuando me llaman para salir en un videoclip!
Y, por último, ¿cuál podríamos decir que es tu gran pasión?:
La vida en el campo, con 24 años me fui a vivir yo solo a la vieja casa de mis abuelos que llevaba años inhabitada, una casa en plena montaña en “La Rodana”. Hice un crecimiento personal, fue como hacer un reset en mi vida. Vivir en el campo es duro, pero también me hizo aprender ciertas cosas fijándome en los animales, en las plantas y en los procesos de la naturaleza. Actualmente vivo en Madrid, pero sé que mi futuro está en el campo.
Y ya sabéis que, si queréis conocer 4 pecados de Héctor Juezas, este artículo continúa en: https://orizonte.es/revistas/numero-71/#1
Página Héctor Juezas: