La importancia del plano secuencia en el cine. Orígenes y películas clave

Por Andrea Casaseca

El plano secuencia es uno de los recursos cinematográficos más fascinantes y complejos en la historia del cine. Este recurso consiste en una toma continua (sin cortes) en la que se graba toda la escena, bien a cámara fija o cámara en movimiento en la que sigue a los personajes u evento de manera fluida. Este tipo de plano no solo desafía las convenciones del montaje tradicional, sino que también es una herramienta narrativa que permite a los cineastas crear una sensación de inmediatez y tensión; y no sólo esto, si no que crea una sensación de continuidad ininterrumpida lo que provoca un mayor realismo de la secuencia en el espectador.


A lo largo de la historia del cine, muchos directores han aprovechado el plano secuencia para aportar un toque único a sus obras. Aunque los primeros filmes no contaban con la tecnología ni la precisión de hoy en día, algunos directores comenzaron a utilizar este tipo de tomas largas y sin cortes, a veces como una necesidad técnica para evitar la limitación de los carretes de película y “hacer toda la secuencia de una” o lo que es lo mismo, en un plano. Sin embargo, no fue hasta la época del cine clásico, a principios del siglo XX, cuando los cineastas comenzaron a reconocer el potencial que podía tener el plano secuencia.

Uno de los primeros ejemplos de este recurso lo utiliza el gran conocido director D.W. Griffith, en su película El nacimiento de una nación (1915). Aunque no hay un plano secuencia de manera continua al uso moderno, sí que este director empleó tomas largas y sin cortes para poder narrar de una forma más dinámica y “realista” su película.

Pero antes de mencionar grandes películas que han hecho historia con el plano secuencia, cabe destacar la complejidad de tal recurso; ya que el plano secuencia es una de las técnicas más desafiantes para los cineastas. No solo requiere una coreografía precisa de los actores, sino también una coordinación impecable entre la cámara y el equipo técnico. Además, la duración de la toma debe estar siempre justificada por la historia, ya que un plano secuencia innecesariamente largo puede resultar tedioso para la audiencia. Sin embargo, cuando se utiliza de manera efectiva, el plano secuencia tiene la capacidad de envolver al espectador de manera única.

Al no cortar la acción, el plano secuencia mantiene una sensación de fluidez que puede ser especialmente efectiva en escenas de acción o en momentos dramáticos. Además, al eliminar el montaje tradicional, los cineastas pueden sumergir al público en el espacio y el tiempo de la historia, como si estuvieran experimentando los eventos en tiempo real.

A lo largo de la historia del cine, varias películas han utilizado el plano secuencia para marcar un hito en la narrativa y la técnica cinematográfica. Recordemos algunos de los más importantes.

  1. Sed de mal (1958), de Orson Welles. Esta película es famosa por su impresionante plano secuencia de apertura, que dura casi 3 minutos. Welles utilizó este plano no solo para establecer el tono de la película, sino también para integrar de manera fluida múltiples personajes y situaciones en un solo plano. La complejidad técnica y la planificación detrás de esta secuencia la convierten en un referente clásico. Tanto ya sea por la cantidad de actores que utilizó para la secuencia como el movimiento de cámara que propone.
  2. Soy Cuba (1964), de Mikhail Kalatozov. La secuencia más famosa de esta película es un plano secuencia de aproximadamente 7 minutos que ocurre durante una fiesta de alta sociedad en La Habana. La cámara sigue a un grupo de personas a lo largo de la fiesta, mientras se desplaza a través de la multitud, viaja por ascensor, se mete entre la gente dando lugar a distintos cambios de ángulo de cámara y capturando la interacción entre los diferentes personajes de la fiesta e incluso ¡se zambulle en el agua! Lo importante a destacar es que se mueve con gran fluidez teniendo en cuenta lo que pesaban las cámaras de estudio de la época, es por ello que tuvieron que filmar todo con una cámara mucho más pequeña que le permitió hacer cámara en mano.
  3. Uno de los nuestros (1990), de Scorsese. En esta película, la secuencia es espectacular porque está compuesta por una sola toma continua que dura alrededor de 3 minutos. Durante este tiempo, la cámara sigue a la pareja protagonista mientras entran en un club nocturno y se mueven a través de una serie de pasillos y zonas de la cocina del club, interactuando con diversos personajes, hasta llegar a la mesa que está reservada para ellos. Este tipo de plano secuencia es impresionante porque está lleno de elementos visuales y narrativos que Scorsese maneja a sus anchas sin apenas notarse el cambio de planos en montaje cuando tiene que llegar el momento del corte.
  4. Hijos de los hombres (2006), de Cuarón. Este director, utiliza un plano secuencia en una huida de los personajes en un coche. La secuencia dura varios minutos sin cortes, lo que es un ejemplo impresionante de cómo el plano secuencia puede aumentar la intensidad de una escena de acción. La cámara sigue a los personajes en un viaje tenso a través de una ciudad devastada, mostrando con una maravillosa coreografía todo el caos que los rodea.
  5. 5. Russian Ark (2002), de Alexander Sokurov. Sin lugar a dudas, la película que mejor ha aprovechado la técnica del plano secuencia es Russian Ark. Esta obra maestra de 96 minutos fue filmada en una única toma continua. La película recorre los pasillos del Museo del Hermitage en San Petersburgo, llevando al espectador a través de diferentes momentos históricos de Rusia, sin ningún corte. La complejidad técnica hacen de esta película una referencia histórica del uso del plano secuencia.
  6. El secreto de sus ojos (2009), de Juan José Campanella. En esta película, su director quiso marcar un momento crucial en la película y decidió hacerlo en plano secuencia. La secuencia de la persecución en el estadio de fútbol, comienza con una visión aérea del estadio, que va siguiendo a los personajes mientras se desplazan por el interior del lugar. A medida que la cámara se mueve entre las gradas, los pasillos y el acceso al estadio, la tensión va en aumento lo que hace que el espectador se vea arrastrado por la actitud frenética que muestran los personajes, así como la atmósfera de peligro y tensión. Sin cortes, la cámara pasa por diferentes puntos de vista y zonas del estadio, creando una sensación de inmersión total.
  7. Birdman (2014), de Alejandro González Iñárritu: Esta película, que aparenta estar filmada en un solo plano secuencia continuo, es un ejemplo perfecto de cómo el plano secuencia puede ser utilizado para contar una historia compleja en tiempo real. La continuidad de la toma, aunque en realidad es una serie de cortes cuidadosamente ocultos, logra crear una experiencia agobiante y de total inmersión, muy acorde con la temática de la película.

Por lo tanto, el plano secuencia ha evolucionado de ser una curiosidad técnica a convertirse en una herramienta esencial para cineastas que buscan experimentar con la forma y la narrativa audiovisual. Desde los primeros intentos de Griffith hasta las sofisticadas secuencias de hoy en día, el plano secuencia sigue siendo un recurso poderoso que permite a los directores controlar el ritmo, la tensión y la fluidez de una película. Un plano secuencia utilizado correctamente, no sólo aporta riqueza visual, sino que profundiza la conexión emocional con el espectador, haciendo de él que sea un componente esencial en la evolución del cine contemporáneo.


Andrea Casaseca es una directora de cine con más de 50 premios y casi 300 selecciones de sus cortometrajes en festivales. Su cortometraje Era yo fue estrenado en Austin Film Festival en USA y en Edmonton Film Festival en Canadá. Lo que le otorgó una preselección directa a los XXV Premios Forqué. En 2021, fue ganadora de la Beca EFTI de máster en cinematografía digital y fue seleccionada en la residencia de mujeres cineastas COOFILM con su proyecto de largometraje 70 veces siete. Su último cortometraje, Líbranos del mal, está protagonizado por Ana Wagener y Jesús Noguero. Puedes seguir a Andrea en Instagram en: @andreacasaseca

Puedes leer más artículos en Orizonte Magazine Edición Especial Nº80

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